YOU LEFT ME ALONE
TU me dejaste solo
Changmin jamás había llorado por amor, jamás había llorado por nada, siempre guardaba su dolor para si mismo pero, esta vez necesitaba desahogarse. El mar de lágrimas en el cual se ahogaba parecía no tener fondo, era insoportable. No entendía como había ocurrido todo… trataba de escarbar en sus memorias buscando algún momento en el cual las cosas comenzaron a cambiar para él… no encontraba nada.
Los recuerdos de su infancia eran todos a lado de Jaejoong, los juegos, las risas y diversión mientras miraban dibujos animados, los llantos cuando perdían sus juguetes favoritos, el miedo al primer día en jardín de niños, la ilusión del hada de los dientes o santa clous. Y también su aun inconclusa adolescencia… fue en algún instante de esa etapa en la cual los sentimientos de Changmin fueron volviéndose más profundos…
La puerta se abrió lentamente sin hacer ruido… Changmin estaba empapado de sus propias lágrimas cuando escuchó…
-¿Minnie? –le sacó completamente de sus pensamientos una voz suave… La reconoció en un instante, limpió sus lágrimas rápidamente, su posición estaba volteado a la puerta así que, el otro no se dio cuenta.-supongo que ya terminó tu plática con tu Yunhie. – realmente hizo énfasis en “Tu Yunhie”, prefería parecer enojado que herido…
-Minnie, lo siento… No fue mi intención. – era Jaejoong, quién se sentía tan avergonzado como mal educado.- De verdad… es que...
-Está bien, no tienes qué explicar nada. Yo lo entiendo, es tu pareja, es más importante que yo.
-Changmin, ¿por qué estas diciendo eso? ¿Qué sucede?
.No es nada, Jae, luego... luego lo sabrás... – volteó su rostro finalmente hacia su amigo.
-Min! Estabas llorando... ¿Por qué estabas llorando? – se alarmó al ver sus ojos rojos e hinchados.
-Si estas pensando que es por ti, estas equivocado. – cortó a JaeJoong
-No...Yo no estaba... ¿Por qué me estas tratando así? No entiendo qué fue lo que te hice. –cuanto odiaba Jae que lo tratasen mal… y mas si era alguien tan preciado.
-Lo siento. – Changmin se sintió mal, después de todo, Jae no tenía culpa de sus sentimientos... Él solo merecía ser feliz de una vez y Changmin, como mejor amigo debía aceptarlo y alegrarse. – Olvidemos esto y vayamos a dar un paseo, ¿quieres?
-Es que yo… -dudó Jaejoong y lo miró con expresión de pedir disculpas, luego bajó su mirada y el menor entendió lo qué trataba de decirle. – lo siento…
-No te preocupes, es Yunho. Yo entiendo –Changmin se volteó y sentó en una silla de su escritorio, dándole la espalda a Jaejoong. – Cierra la puerta al salir. –claramente lo estaba echando.
-Si, adiós Min. –Jae, más confundido que nunca, se fue. ¿Qué le sucedía a su amigo? ¿Por qué había adoptado esos comportamientos con él? ¿Qué acaso Yunho le sacó la madre o qué? En fin, su mente se despejó un poco cuando recordó el por qué había negado la invitación de Changmin, había quedado de verse en el centro comercial con Yunho. El mencionado haría el drama de su vida para fingir estar enfermo y así, zafarse de las clases que debía dar en la tarde. Jaejoong corrió cuando se dio cuenta que eran ya las 2:15 y se suponía que a las 2:30 debía de estar en el mall.
Yunho afortunadamente, logró escaparse de sus deberes por ese día, pero no sin antes recibir al menos quinientas amenazas por parte del rector. Primero las fotos y ahora estaba enfermo… -“Hasta pongo en duda mi profesionalismo por ti, Jae.” Dijo, sonriendo… “Pero, no me importa… Por ti soy capaz de morir, incluso de matar.” Y muy en serio dijo lo último, demasiado…
Comenzaba a impacientarse cuando el reloj ya marcaba las 2:59 p.m. , miraba una y otra vez y se preguntaba por qué su Jaejoong aun no había llegado, sabía que él jamás le dejaría embarcado pero, temía que le sucediese algo. Pero, sus preocupaciones se fueron cuando vio a un muchacho corriendo hacia él como un mismo loquito recién escapado del manícomio. ¿Cómo explicar la felicidad que sentía solo al verlo? ¡No se podía, es que no existían palabras en ningún idioma ni lengua para expresar la manera en la cual él lo hacía sentir!
-¡Lo –pausó- siento, Yun –pausó- nhie! Me- de nuevo pausó- retrasé... –estaba cesando debido a la corrida que se acababa de dar.
-No tienes que explicarme nada, Jae. Y ya cálmate, que te va a dar algo muchacho. –le dijo al ver el estado en el cual estaba Jaejoong. – perdiste todo el glamour déjame decirte. –bromeó para molestar al otro.
-Aaaaaaaaaah? –abrió la boca con que le cabía el planeta entero dentro, era verdad, luego de haber corrido tanto estaba todo sudado y chorreado.- ¿Y sabes por qué estoy así de no-glamoroso? ¡Por que corrí tres cuadras y media hasta la parada del bus, luego llegué y volví a correr hasta por fin encontrarte! Además que los buses lleno de personas no son nada frescos ¿Crees que es fácil? ¡¿Crees que es fácil?! –dijo, Yunho solo rió al ver a Jaejoong enfadado.
-Ooh, si... ¡es muy difícil ser tú! ¡Mía Cullocci.! –seguía molestándolo, mencionando a cierta chica rubia y flaca que en una serie latina siempre solía decir “qué difícil es ser yo”.
-¡ES COLUCCI! –le gritó y se disponía a caminar hacia el frente cuando sintió que el otro le tomaba de la muñeca para detenerlo. Lo hala bruscamente para que sus miradas se encontraran de nuevo…
-Y así te ves perfecto. –le susurró mientras se acercaba a su oído.
-Yunho… to-todos nos están viendo. – dejando su actitud a la defensiva.
-Okay, sigamos entonces… -Yunho sin importarle si todos los veían o si no, le tomó de la mano a Jaejoong y comenzaron a caminar por el lugar. Se detuvieron en una tienda de comida para comprar algo, Jaejoong eligió una ensalada y un jugo de naranja, Yunho se vio obligado a comer lo mismo debido a la mirada fulminante del otro que le decía:”si comes algo chatarra jamás te volveré a cocinar algo” y eso era como que lo amenazaran de muerte, de hecho era muy parecido ya que no podía vivir sin la deliciosa comida preparada por sus manos. Inmediatamente de terminado su almuerzo, decidieron seguir caminando y detenerse en algunos de los establecimientos de venta. Luego de no más de una hora de caminar, pasaron por frente de donde se encontraba una clase de “Mini Casa Embrujada” que a decir verdad no era tan pequeña, estaba ubicada en una parte de la última planta del lugar. Yunho, quién desde niño adoraba entrar a esos lugares, le entró el antojo de meterse.
-¡Jae! ¡Entremos ahí! Se ve divertido, aunque más falso imposible. –le dijo con cara de emoción.
-¡No, no, no! ¿Estás loco? –se negó rotundamente
-¡Vamos! No te va a pasar nada -.-
-¿Y como sabes? He visto muchas películas de terror en donde hay lugares así y un loco con un hacha se los lleva secuestrados. – está bien, parecía paranoico. – y luego los mete en una habitación, los pica en pedacitos y luego los hace en parrillita. –bastante paranoico a decir verdad.
-¿Parrillita? Ja, Okay, hay dos razones por las que no te va a suceder nada…
-¿Ah si? ¿Cuáles?
-Uno, todo es falso y de utilería, dos, por que estoy contigo… Nadie te colocará un dedo encima, no mientras yo esté y te prometo no dejarte solo. –eso si que congeló a Jaejoong, quién de nuevo abandonaba la actitud a la defensiva, ¿Acaso Yunho tenía que poner ese tipo de respuestas que le dejaban sin palabras para todo? El otro al ver que Jae no reclamó ni protestó supo que se había salido con la suya, así que de la mano lo haló hasta la fila para entrar.
Al estar adentro, no le asustaban las mascaras ridículamente ensangrentadas o lo que parecían ser sierras que ya estaban a punto de romperse por el mal material del cual las habían elaborado, lo que en verdad le inquietaba a Jaejoong era el hecho de que el lugar estaba oscuro, los pasillos eran muy estrechos y habían demasiados y... el contacto físico que tenía que sentir con las otras personas.
Cada que alguna persona que era asustada se le lanzaba encima, la empujaba de inmediato sin darse en cuenta que muchas de estas personas eran chicas y las podía lastimar. Al caminar por uno de los oscuros pasillos, no notó que el piso había un elevadillo, así que tropezó y cayó al suelo.
-Yunho, de verdad deseo salir de aquí. – dijo, esta vez ya estaba irritado, pero, cuando subió su mirada a quién vio no fue precisamente a su amante. Casi encima de él se encontraba un hombre con una de esas exageradas mascaras, simulando que le iba a atacar o algo por el estilo, estaba demasiado cerca… El lugar oscuro… todo le hizo recordar y más aún revivir aquél terrible momento, aquella horrible vivencia. Sus ojos adoptaron un pánico total, la desesperación y la falta de aire comenzaban a llegar… -No me lastimes… - es todo lo que pudo decir mientras tomaba una posición fetal… aquellas imágenes pasaban por su mente una vez más, y otra… Sentía de nuevo esos roces, el dolor, el retrato de sus padres dejándolo solo. Yunho no estaba cerca y se sentía tan desprotegido, incapaz de defenderse por si mismo. -¿Dónde estas, Yunho…?- el hombre disfrazado jamás había visto a alguien en tal estado, y eso que ya llevaba al menos 7 meses desde que fue inaugurada la susodicha casa de susto, así que decidió dejarlo ahí, obviamente no tenia la mínima idea de lo que Jae estaba sintiendo por ello, pensó que si lo dejaba en paz, él se recuperaría e iría.
Yunho al darse cuenta que ya Jae no lo estaba siguiendo se regresó por el mismo camino en el cual había pasado con anterioridad, ignorando por completo a los “monstruos” o cualquier tontería con la intención de asustarle. No se dio cuenta en que punto lo dejó atrás. Al verlo al fin, se asustó por la manera en la cual estaba en el piso. -¿Qué… qué sucedió? ¡JAE! –corrió de inmediato hacia él, se agachó evitando los tropezones que las personas les daban de repente. – Levántate, no podemos estar aquí.
-¡Yunho! –al escuchar su voz se tiró de inmediato a su pecho. Estaba a salvo de nuevo. El mayor aun sorprendido solo se levantó y siguió caminando hasta la salida abrazando a Jaejoong. Al estar ya afuera, podía preguntarle.
-¿Qué sucedió? ¿Por qué estas así? Todo ahí es falso, no entiendo porque estas tan alterado.
-Tú no entiendes…Quiero irme. – ya al parecer estaba mejor, y lucía algo enojado.
-¿Qué?
-Lo que oíste, ¿o qué? ¿Ahora eres sordo? –Yunho se extrañó la manera en la cual contestó, aún incrédulo a lo que había oído siguió a Jaejoong quien había comenzado a caminar sin siquiera esperarle.
-¡Ey! Espera, ¿si? –Jaejoong sólo siguió, hasta que llegaron al coche de Yunho, entraron y desde que el auto se prendió hasta llegar frente a la casa el silencio tenso se mantuvo. Jaejoong sólo mantenía su mirada en el vidrio de la ventana, reflejando en el cristal todas esas escenas asquerosas que vivió diez años atrás… -¿Ahora si vas a decirme que es lo que rayos te hice? –preguntó Yunho cuando detuvo el auto. –Dime, porque yo no entiendo nada.
-Tú lo prometiste…-dijo con voz quebradiza
-¿Qué? ¿Qué prometí?
-Que… no me dejarías solo. –aun sin quitar los ojos de donde los tenía.
-Jae…
-¡Ese hombre estuvo tan cerca de mí! –le gritó encarándolo. Yunho no dijo nada. – ¡Tú dijiste que estarías conmigo en ese oscuro lugar! ¡Que no dejarías que nadie me tocara! Muy bien ese hombre pudo… pudo…-se detuvo antes de decir lo siguiente…
-¿Abusar de ti? –preguntó Yunho, con el corazón de un hilo. Jaejoong sólo comenzó a derramar algunas que otras lágrimas, el primero lentamente lo llevó a su pecho, cubriéndolo con sus brazos…Acariciaba la espalda del menor para que se calmase un poco. Si bien lo había visto mal el día que se lo contó todo no tenía idea de que pudiese llegar a este punto.
-Y tú no estuviste ahí, te fuiste… como mamá y papá. –eso si que fue como un puñal en el pecho para Yunho; el mencionado soltó un poco el abrazo y subió el rostro del otro hasta que sus cristalinos ojos vieran a los suyos y así decir...
-Jamás digas eso de nuevo, te aseguro que no me di cuenta, yo no dejaría que eso pasara y tú lo sabes.
-¿Lo juras…?
-No hace falta, pero, si, lo juro. Vamos ya adentro para que tomes un poco de agua y te relajes.
-Si…
-Ya sabes, Boo... Jamás creas eso, porque mientras yo esté ahí al que se le ocurra siquiera pensar en tocarte… sabrá quién en realidad soy yo. –ahora, estaba más decidido que nunca, si antes dudaba de algo, ahora ya todo estaba claro. Pronto, tomaría las riendas del juego y acabaría con todo de una buena vez, no podría devolverle la seguridad a Jaejoong, no del todo, pero, al menos evitaría algo peor…
Hi, everyoneee!! xD ooh miren quien volvió ! (¿qUién?) ¡YO!=D
Hehehe, me tardé bastante (bastante es poco,reina¬¬) ñ.ñ pero, aca dejo este cap, de una vez comenzaré a escribir el otro. Pfff, ya este año soy libre de yaoi *-* aunq en realidad mi promesa no se mantuvo tanto -.-º T^T de vez en cuando echaba ojeaditas a algunos fics o fanarts...
Y tmbn logré acomodar mis ideas y pienso que la historia va a quedar bien, al menos eso espero.XD
También, como todos saben, las cosas estan de mal en peor con nuestros oppas (los realesxD) =/ y estoy mas down que Britney Spears despues del divorcio.
Me despido =D sayonaraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa ^^
que mal que jae aya tenido que recordar su trauma en ese sitio
pero de lo que estoy muy segura que yunho jamas dejaría que le pase nada a jae si el puede evitarlo
y lo protegería con su propia vida si es necesario
así es yunho de protector con lo que ama